Una vez aprobada la ley, no debe ser modificada, manipulada, desconocida ni negociada con nadie. Debe ser aplicada para todos.
Debemos hacer un acuerdo entre partidos, actores de la política y los colombianos para juzgar lo bueno y lo malo en las conductas de nuestros servidores.
La Rama judicial pide independencia, dinero, respeto y hasta poder para legislar, pero a cambio solo nos dan impunidad. Necesitamos que se nombren a los mejores con los procesos de selección, no a los que se nombran a dedo.
Tenemos que acabar con el desempleo, la informalidad y todo aquello que crea pobreza, así evitamos que los mismos de siempre sigan trabando el desarrollo del país. Sobre todo, quitarle la educación a los privilegiados y desvergonzados de Fecode.
Aprovechar nuestra enorme riqueza ambiental de forma sostenible y legal es posible. Tenemos que perseguir sin tregua a lo que de verdad daña nuestros ecosistemas: los criminales ambientales y la ilegalidad.